viernes, 28 de agosto de 2015

Alcohol vs Entrenamiento en nuestro cuerpo

Alcohol vs Entrenamiento


La mayoría de veces cuando las personas empiezan su rutina de entrenamiento se cuestionan al momento de llegar el fin de semana. ¿será que puedo tomar alcohol?

Empecemos viendo que el aporte nutricional del alcohol es de 0%. El alcohol etílico por si solo es un agente toxico para nuestro cuerpo. Existen distintos tipos de bebidas alcohólicas: cerveza, whisky, tequila aguardiente entre otras, unas más fuertes que otras.

El aporte calórico que tiene el alcohol es alto, entre más fuerte es la bebida alcohólica el aporte en Kcal es mayor; el aporte calórico promedio que tiene el alcohol es de 7 Kilocalorías por gramo. 

El alcohol al momento de ingresar a nuestro cuerpo es rápidamente absorbido por el intestino delgado, para después ser metabolizado en su mayoría en el hígado, pasando el restante a los riñones, piel (transpiración) y a la respiración.
Además de la resaca, el rival más fuerte que tiene el entrenamiento muscular es el aporte calórico que tiene el alcohol, porque después de una semana ardua de ejercicios y de quemar muchas calorías, estas las vas a volver a ingerir rápidamente en una reunión casual con tus amigos.

En la mayoría de estas reuniones cometemos el gravísimo error de ingerir comidas altas en grasas y carbohidratos como son las papas fritas, chorizos, snacks, etc… Este tipo de comidas acompañadas de alcohol son una fuente altísima de calorías, exponiendo a altos riesgos nuestra salud.

Hígado graso
Alteraciones del hígado
Veamos que sucede cuando hacemos está fatal combinación: cuando ingerimos alcohol, el órgano principalmente afectado es el hígado ya que este se exige para metabolizar y eliminar este toxico del sistema. Debemos tener en cuenta que el hígado también se encarga de metabolizar la grasa, pero si este se encuentra ocupado eliminando el alcohol (por prioridad) no va a metabolizar esa grasa consumida, quedándose adherida a las paredes de nuestro hígado, de ahí pasando a nuestras arterias y demás órganos, produciendo grasa visceral, esta es la grasa que se adhiere en los distintos órganos debajo de la pared muscular del abdomen, ocasionando en los órganos vitales un crecimiento en su tamaño, inflamación y mal funcionamiento como pasa en el caso del hígado graso.

La recomendación es abstenerse de ingerir este tipo de bebidas, pero si eres una persona muy activa socialmente, puedes ingerir con moderación bebidas que tengan menor porcentaje etílico, como Vino y Cervezas ligeras. Por ejemplo, las Cervezas ligeras tienen alrededor de 80 – 100 calorías aproximadamente, mientras una normal puede llegar a tener de 150-200 calorías. Y otra recomendación muy importante es tratar de ingerir alimentos bajos en calorías, como un filete de pescado o un lomo fino, antes de la ingesta alcohólica para no saturar al organismo



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